La prostatitis es una afección que afecta a muchos hombres en todo el mundo. A menudo es confundida con otras enfermedades de la próstata, pero tiene características y tratamiento únicos. Consiste en una inflamación de la glándula prostática, un órgano ubicado debajo de la vejiga que produce parte del semen.
Si sospechas que podrías tener prostatitis, es recomendable consultar a un urólogo. Estos médicos especializados en el sistema urinario y los órganos reproductores masculinos son los más indicados para evaluar y tratar esta afección. Un urólogo realizará un examen físico, tomará en cuenta tu historial médico y, en algunos casos, puede solicitar análisis de laboratorio para determinar la causa subyacente de la prostatitis.
Los síntomas de la prostatitis pueden variar según el subtipo y la gravedad de la afección. Algunos de los signos más comunes incluyen:
Si experimentas cualquiera de estos síntomas, especialmente si se acompañan de fiebre alta, escalofríos o sangre en la orina o el semen, debes buscar atención médica de inmediato, ya que podrían ser signos de una infección grave o complicaciones.
El tratamiento de la prostatitis varía según el tipo y la causa subyacente de la afección. Algunas opciones de tratamiento recomendadas por la Sociedad Americana de Urología incluyen:
Es importante tener en cuenta que cada caso de prostatitis es único, por lo que el tratamiento puede variar según las circunstancias individuales. Es esencial seguir las recomendaciones de tu médico y asistir a las citas de seguimiento para asegurarte de que la afección se maneje de manera adecuada.
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