Antes de explicarte todo necesitamos que comprendas la diferencia entre dos palabras: antígenos y anticuerpos.
Los "antígenos" son sustancias extrañas que entran a tu sistema inmunitario. Una vez que un antígeno entra a tu cuerpo, tu sistema de defensa, intenta neutralizar a ese antígeno generando "anticuerpos".
Antes de que una persona desarrolle esos anticuerpos capaces de ser detectados en un análisis de laboratorio, tendrá en su sangre una proteína llamada P24 que aparece de manera inmediata cuando el virus del VIH ha ingresado al organismo y que también puede medirse.
A partir de un contacto de riesgo, debes esperar entre 3 y 4 semanas (20 días) idealmente para ir al laboratorio. De ese modo habrá pasado tiempo suficiente para que en tus análisis aparezcan anticuerpos positivos o negativos.
Existen varios tipos de pruebas, te explicamos las diferencias:
Son ideales cuando existe una sospecha de contagio y se dividen en cuantitativas y cualitativas.
Cualitativas
Las cualitativas nos permitirán saber si existen o no anticuerpos en sangre, dando un resultado positivo o negativo.
Cuantitativas
Las cuantitativas nos arrojarán, además del resultado positivo o negativo, un valor numérico de anticuerpos y de antígenos P24 , que será de utilidad para tu médico tratante.
Éstas se solicitan únicamente ante casos ya confirmados pues su costo es más elevado. Se les conocen como pruebas de PCR de carga viral y Western Blot. Aunque en estas pruebas los resultados positivos pueden conocerse en menos de 20 días a partir de la exposición al virus, los médicos evitan usarlas al principio, yendo de lo más sencillo a lo más complejo en el proceso de detectar la posible enfermedad.
Tanto las pruebas cualitativas como cuantitativas, se realizan en sangre y pueden realizarse a través de técnicas in vitro o por quimioluminiscencia respectivamente.
Las primeras detectan proteínas del virus en la sangre y la segunda detecta la concentración de anticuerpos en la sangre.
Ambas pruebas son confiables y certeras, por lo que prácticamente no hay falsos positivos ni negativos luego de realizarlas. Tienen un 99% de especificidad.
Existe un periodo llamado “ventana” en el que una persona, aún cuando se haya infectado, si aún no tiene anticuerpos suficientes no puede infectar; sin embargo, si la persona sí tenía el virus desde antes y no se había hecho pruebas de detección previas, sí podría contagiar. Por seguridad, espera a obtener tu resultado.
La medicina ha avanzado a pasos agigantados y actualmente una persona con VIH puede sobrellevar la enfermedad favorablemente, mientras tenga acceso a un buen tratamiento.
Realizarte las pruebas oportunamente te ayuda a recibir medicación de inmediato y a evitar transmitir la enfermedad a más personas.
Lo primero que harás es tranquilizarte y recordar que si te apegas al tratamiento, podrás llevar una vida larga y saludable. Un tratamiento oportuno al día de hoy permite que una persona positiva pueda vivir exactamente el mismo tiempo que una persona no infectada.
De preferencia acércate a un especialista en “infectología” para que pueda explicarte a detalle la enfermedad y cuáles son los cuidados médicos y acompañamiento que necesitarás. Ellos te orientarán para poder hablar de esto con tu pareja, amigos y familia.
Busca asociaciones civiles que apoyan a personas que viven con esta enfermedad en tu comunidad. Podrán guiarte y vincularte con personas clave.
No dejes que pase el tiempo, mientras más rápido actúes mejor será tu pronóstico.
El hecho de que una de las dos personas salga negativa a la prueba no implica que la otra persona no sea portadora de la enfermedad. Ambas personas deben realizarse la prueba en los tiempos indicados.
Si deseas realizarte cualquier tipo de análisis de laboratorio de este tipo, contáctanos en Urosur® Laboratorio en la Sucursal Col. Buenavista en Mérida, Yucatán o llámanos al (999) 9203983.