El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en el mundo. La buena noticia es que, gracias a avances médicos en la prevención, podemos reducir significativamente el riesgo de contraer esta infección y sus consecuencias. Una de las herramientas más efectivas en la lucha contra el VPH es la vacunación.
Existen más de 200 tipos de VPH, algunos de los cuales pueden causar verrugas genitales y, lo que es más preocupante, aumentan el riesgo de desarrollar cáncer cervical, vaginal, vulvar, anal y orofaríngeo en hombres y mujeres. La infección por VPH es común y generalmente no presenta síntomas, lo que la convierte en una amenaza silenciosa para la salud.
Gardasil 9 es una vacuna altamente efectiva que protege contra nueve serotipos de VPH, incluyendo los tipos 16 y 18, que son responsables de la mayoría de los casos de cáncer cervical. Además, Gardasil 9 también previene la infección por VPH tipos 6 y 11, que causan la mayoría de las verrugas genitales.
El esquema de vacunación con Gardasil 9 consta de tres dosis. La primera dosis se aplica puede aplicarse desde los 9-11 años de edad, aunque la vacuna es segura y eficaz en personas de hasta 45 años. La segunda dosis se administra alrededor de 2 meses después de la primera, y la tercera, aproximadamente, 6 meses después de la primera dosis. Este esquema asegura una protección efectiva a largo plazo contra el VPH y sus consecuencias.
La prevención es clave cuando se trata del VPH, y la mejor manera de protegerse es vacunándose a una edad temprana. Se recomienda que las personas reciban la vacuna Gardasil 9 antes de la exposición al virus, es decir, antes de que comiencen su actividad sexual. Sin embargo, incluso si no se ha vacunado a una edad temprana, la vacuna sigue siendo efectiva en personas de hasta 45 años, por lo que nunca es demasiado tarde para protegerse.
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